Entre Murcia y Europa: La Metamorfosis de la Vía Verde

Country
Spain
Year
2024
Mentor
José Antonio Pascual Ruiz
(CES VEGA MEDIA, S.COOP)
Participants
SOLEDAD
Raúl Víctor
VALERIA
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Overview

En "Entre Murcia y Europa", los estudiantes del segundo curso de Formación Profesional Básica del CES Vega Media de Alguazas ofrecen una apasionante crónica que fusiona historia, memoria y paisaje. Este relato surge de su experiencia senderista a lo largo de la Vía Verde del Noroeste junto a sus profesores, una ruta que conecta Alguazas con Caravaca de la Cruz, transformada de antigua vía férrea a un corredor natural. En sus páginas, los jóvenes narradores reimaginan los ecos del pasado ferroviario europeo y descubren el impacto indeleble de esta red en su comunidad.

Esta obra, nacida en el aula del Módulo “Comunicación y Sociedad”, se presenta como un homenaje creativo y significativo al tema del concurso #HeritageMakers 2024: “Patrimonio de rutas, redes y conexiones”. Los estudiantes no solo documentan la evolución de la antigua vía férrea, sino que también celebran su papel como un puente entre generaciones, paisajes y naciones. Se trata de una actividad que invita al lector a imaginar un futuro en el que los vestigios del pasado ferroviario se transformen en motores de progreso cultural, recordando que cada piedra, viga y riel tiene una historia que contar.

El trabajo comienza situando al lector en la estación de tren de Alguazas (Murcia), un enclave testigo de siglos de conexiones y comercio. Los estudiantes describen con detalle el “Antiguo Muelle de Carga”, un símbolo de la arquitectura del hierro del siglo XIX que, aunque olvidado y deteriorado, representa un legado industrial digno de preservación. Este muelle fue la columna vertebral de una próspera red de exportación que llevó los productos de la fértil huerta murciana más allá de las fronteras, hacia Francia, Alemania y Suiza. Los vagones cargados de frutas y verduras frescas no solo conectaron Alguazas con Europa, sino que también construyeron un puente entre la tradición agrícola local y los mercados internacionales. 

El libro explica cómo la estación de Alguazas, inaugurada en 1864 como parte de la línea Cartagena-Chinchilla, vivió sus años dorados como un nudo estratégico. Bajo la dirección de la Compañía de los Ferrocarriles Madrid-Zaragoza-Alicante (MZA), esta estación no solo sirvió a pasajeros, sino que dio lugar a un bullicioso comercio. Los alumnos detallan cómo la tecnología ferroviaria transformó la región: locomotoras y vagones, construidos para transportar sueños y productos, hicieron posible que la riqueza de la tierra murciana atravesara Europa en un acto de integración que reflejaba la modernidad emergente del continente. 

Sin embargo, la obra también revela el ocaso de esta era ferroviaria. Los estudiantes narran el declive que llegó con la clausura del tramo Murcia-Caravaca en 1971 y la retirada de los raíles en 1972, dejando la infraestructura a merced del tiempo. A través de sus descripciones, el lector siente la melancolía de un pasado glorioso que ahora persiste en la memoria de sus habitantes y en los restos de un puente rojo que cruza el río Segura, un emblema del potencial histórico y cultural de la zona.

La segunda parte del libro adopta un tono más personal y reflexivo. Los estudiantes relatan cómo, caminando por la Vía Verde, encontraron rastros del pasado, desde el puente ferroviario hasta antiguos túneles excavados con enorme esfuerzo. A medida que avanzan hacia Caravaca, su travesía se convierte en un ejercicio de descubrimiento. Documentan las historias de los lugareños que recuerdan cómo el ferrocarril transformó la vida en sus pueblos y cómo este proyecto revitaliza un sentido de comunidad y conexión intergeneracional.

En sus páginas finales, la obra destaca cómo la recuperación de la Vía Verde del Noroeste no es solo un acto de restauración ambiental, sino también una oportunidad para reactivar la memoria histórica. Los estudiantes reflexionan sobre la importancia de preservar el patrimonio arquitectónico y cultural de su región, desde el muelle de carga hasta el puente ferroviario, como una forma de reconocer el papel de Alguazas en la historia europea del transporte. Subrayan que, si bien hoy los peregrinos y senderistas son los nuevos usuarios de esta ruta, el eco del pasado sigue resonando en cada paso que dan.

El libro se cierra con una potente declaración: la historia del ferrocarril no es solo un recuerdo, sino un legado vivo que debe ser preservado y celebrado. Con esta obra, los jóvenes autores demuestran cómo la exploración local puede abrir horizontes globales, conectando su comunidad con el tejido más amplio del patrimonio europeo